martes, 7 de julio de 2009

¿Cuánto me va a doler?

Una reflexión. Una pregunta que se habrán hecho mil veces los grupos de "a pié". ¿Por cuánto salimos a tocar?
Vale. Al principio, y más cuando eres muy joven, hace mucha ilusión eso de salir a tocar. Ojo. No digo que pasando el tiempo no haga ilusión, que la hace. Pero de otra manera.
Te has preparado un repertorio con los colegas, en la gran mayoría de grupos basado en versiones, y con algún temilla propio. Y llega el día en que el que lleva el bar del pueblo, ha pensado:
Bar: "Y... ¿por qué no tocáis en mi bar?"
Grupo: "¡¡Joder!! Gracias tío."
Bar: "Por apoyar al grupo del pueblo lo que sea"
Grupo: "Oye. ¿Cuánto nos vas a dar?"
Bar: "Hombre... la cosa está muy mal" (siempre, repito, siempre, está mal la cosa).
Grupo: "Algo nos darás ¿no?"
Bar: "Os invito a una ronda. Y encima dadme las gracias, que os estoy dejando el bar".

Y como eres principiante, y con unas ganas de tocar en directo que matarías, pues accedes encantado de la vida.

Pero esta historia que parece que sólo le pasa a los grupos de gente que comienza, se repite una año después, y otro, y otro.
Y más de lo mismo cuando se ha disuelto el grupo y has montado otro, aunque hayan pasado 20 años. Igual no a ese nivel, pero muy parecido.
Los mayoría de bares que se ofrecen para actuaciones en directo, pagan una aunténtica miseria. Como si lo que conlleva ofrecer un concierto no valiese una mierda. No hablo de la música en sí. Ni del espectáculo que puedas dar. Habrá grupos que hagan auténticos truños, otros que lo hagan decentemente, y otros que sean la hostia. Pero no me refiero ya a eso (que es un factor importante a la hora de cobrar), sino a todo el trabajo que hay antes de un concierto (composición, horas y horas y horas de ensayo), y a la parte física de la preparación, como cargar con los "cacharros" una y mil veces, para arriba, para abajo, mete, saca...
Esas cosas no se ven, pero están ahí. Hay mucho listo que quiere hacer barra a cuenta de los grupos que se bajan los pantalones con tal de tocar.
Pero gran parte de culpa, por no decir toda, la tienen los grupos. Si un bar puede hacer noche con una grupo que cobra una mierda (o no cobra)... ¿para qué cojones va a traer un grupo que le está pidiendo más dinero? si encima ese grupo es el "grupete de amigos del barrio" (no de forma peyorativa), y van a llevar a la cuadrilla, pues para qué quieres más...

Entonces, amigo mío, si tienes un grupo, antes de coger un bolo, pregúntale a tu parte artística que piensa de venderse por dos calimotxos. Y si no, lleva siempre un bote de vaselina, y pregunta: ¿Cuánto me va a doler?