martes, 11 de mayo de 2010

Cómo tener un grupo y no morirte de asco

Llevamos muchos años en esto de la música como para asustarnos a estas alturas de lo que es la vida del "músico de medio pelo". No lo digo de forma peyorativa. Con estas palabras intento definir como yo creo que la gente que no pertenece al mundo de la música, nos ven a las bandas que no vendemos miles de discos ni llenamos salas de conciertos. Hablo de repercusión, no de calidad. Aunque muchas veces esto último valga mucho menos que lo primero.
Así por ejemplo, es como yo creo que nos define el programador de un bar. "Grupete", "conciertillo", "por la cena"... son términos muy utilizados por esta gente.

Pues como digo, son ya muchos años en los que estamos más o menos curados en salud, y poco nos asusta o nos sorprende al movernos en este terreno. Hemos conocido gente muy maja (hablo de programadores), que ciertamente y lejos de palabrería, transmiten esa sensación de estar involucrados. También, y son muchos casos, nos hemos topado con interesados, pasotas, desagradables, maleducados... qué le vamos a hacer. De todo tiene que haber. Nosotros a los nuestro, que es tocar.

A los que no soporto, y están en mi lista de indesables por encima de interesados, pasotas, desagradables y maleducados, es a los IRRESPONSABLES.
Esta especie en cuestión, se caracteriza por la falta de profesionalidad y por el poco respeto que demuestran a los músicos, y me imagino que a los seres humanos en general.
Hablo de los "programadores" que cierran la fecha de un concierto, con unas determinadas condiciones (a las que nadie le obliga aceptar), y por el artículo 33, deciden no hacer el concierto SIN AVISAR PREVIAMENTE AL GRUPO. Esto sí me quema.

Son varios los conciertos que nos han cancelado a lo largo de casi 5 años. Algunos han dado sus motivos. Algunos más respetables que otros, todo hay que decirlo. Pero esto lo entendemos y asumimos como "posibilidad". También se podría anular un concierto por nuestra parte (aunque creo que esto no ha sucedido casi nunca).

Tenemos la costumbre, sana costumbre, de llamar al lugar una o dos semanas antes del evento, con el fin de concretar horarios y demás. Pues en más de una ocasión, se nos ha comunicado en esta llamada que no quería hacer el concierto por tal o cual causa. Manda cojones. ¿Y si no llamamos? ¿Me vas a pagar el alquiler de la furgoneta si me presento en tu garito el día del concierto? Porque esa es otra. No les hagas firmar un contrato intentando evitar estos atropellos. Entonces no tocas ni en el bar de tu vecino. Estamos vendidos.

Bueno. Todo esto viene a la última que nos ha ocurrido. El concierto era en Garralda (Navarra), en un local llamado Errotaberri. Teníamos cerrado el bolo con unos 2 ó 3 meses de antelación. Txiki se encargó de hablar con el programador, un tal Roberto, con el que llegó a unas condiciones que no vienen a cuento. Tres semanas antes del concierto, Txiki intentó contactar con él a través de teléfono, Facebook, Tuenti, señales de humo, código morse... nada. Sólo conseguimos hablar con un colaborador suyo (Iosu), que nos remitía una y otra vez al tal Roberto. Llamo yo desde mi teléfono a Roberto. Nada. Llamos a Iosu. Me coge.

YO: "Oye. Que soy Luisja de Cuarto Oscuro. Estoy intentando llamar a Roberto y no hay manera. Teníamos un concierto programado para este sábado"
IOSU: "Ah.. si... ya... es que...." (Marejada, pienso yo) "Es que creo que el concierto no se iba a hacer porque cobráis demasiado. Pero no estoy muy seguro"
YO: "¿Te importaría contactar con Roberto y me lo confirmas?" (cuando lo que realmente tenía que haberle dicho era "¿Porqué cerró unas condiciones que no le gustaban? ¿Y porqué cojones no nos llama para decírnoslo?")

El caso es que a la media hora me vuelve a llamar:
IOSU: "Mira. Que no consigo que me coja. Pero ya te digo que creo que no lo quería hacer".
YO: "Mira. Ya te lo digo yo con total seguridad. Este sábado no hacemos el bolo."
IOSU: "De todas formas, ya voy a intentar localizar a Roberto".

Hasta hoy.

No dudo que otros grupos hayan recibido un trato excelente y patatín y patatán. Pero con nosotros se han portado peor que mal. Falta de respeto. Irresponsabilidad. Lo podría definir de mil maneras, y con palabras algo más feas.

Y todo esta falta de respeto a los grupos "de medio pelo", existe en gran medida por culpa de los propios grupos, que por tocar lamemos el culo al primero que nos lo pone en la boca.
Ya me empiezo a cansar de tratar siempre el mismo tema, pero es que me hierve la sangre...

Agur. Nos vemos en Borja el sábado 15 de mayo. ¿O no?